Muertos de ganas por repetir “Calavera Jeepera 2024” El 1 de noviembre de 2024, se dio cita para una de las rutas más esperadas del año: la “Calavera Jeepera”, organizada por Bosco’s Camp 4×4 en las escarpadas sierras de Aguascalientes. En esta ruta, vehículos y conductores se enfrentaron a un terreno que combina la dureza de las rocas filosas con el encanto de las celebraciones de Día de Muertos, ofreciendo una experiencia única que combinó la adrenalina del todoterreno con las tradiciones mexicanas. La Caravana: Máquinas y Héroes de Hierro La alineación de la “Calavera Jeepera” fue espectacular. Con una fuerte presencia de vehículos Jeep en sus modelos más populares (desde el Wrangler TJ hasta el imponente JT), la caravana dejó claro que la marca sigue siendo sinónimo de aventura. Cada modelo trajo consigo características particulares que lo hacían destacar. El TJ, un clásico entre los amantes del 4×4, mostró sus habilidades en terrenos técnicos, mientras que el JL y el JK, modelos más recientes, hicieron gala de su avanzada tecnología y suspensión mejorada. Sin embargo, uno de los vehículos que se robó las miradas fue el Jeep JT apodado “Cebra”, equipado con llantas BFGoodrich Mud Terrain T/A KM3, que ofrecieron un desempeño extraordinario, proporcionando tracción constante en terrenos de roca y grava. El “Cebra” parecía flotar sobre los obstáculos, enfrentando cada uno con una facilidad que dejó atónitos a los espectadores. Además de los Jeep, otras marcas hicieron acto de presencia, mostrando la diversidad de opciones para los aventureros. Los dos Suzuki Jimny fueron una revelación; con su diseño ligero y ágil, parecían auténticos ninjas brincando sobre las piedras. Por su tamaño compacto y su tracción 4×4, estos pequeños vehículos lograron superar los mismos obstáculos que unidades mucho más grandes, y su estilo particular y audaz los convirtieron en favoritos de la audiencia. La Ford Bronco Heritage, un modelo con un legado propio, también fue una de las estrellas de la ruta. Su presencia imponía respeto en cada obstáculo, y su diseño robusto y clásico parecía encajar a la perfección con el terreno agreste de Aguascalientes. Finalmente, la Mitsubishi L200 2025 mostró su versatilidad y tecnología avanzada, pues, de sus siete modos de manejo, solo uno fue suficiente para enfrentar el terreno sin dificultad alguna, dando una lección de potencia y control. La Ruta: Una Prueba de Técnica y Valentía Las sierras de Aguascalientes, conocidas por sus formaciones rocosas afiladas y desafiantes, se transformaron en un verdadero campo de entrenamiento para los participantes. A diferencia de otros terrenos donde la tracción es relativamente fácil de mantener, en esta ruta, cualquier movimiento en falso podía hacer que un neumático resbalara o dañara el vehículo. Con un grado de dificultad nivel IV, la “Calavera Jeepera” se estableció como una prueba reservada para aquellos con experiencia en rutas técnicas. Uno de los obstáculos más destacados fue “Venom”, una formación de roca con una pendiente inicial de 38 grados y un camino tan estrecho que cada maniobra debía calcularse con precisión. La estructura, que parecía la lengua puntiaguda de una criatura venenosa, requería que los vehículos mantuvieran el balance mientras atravesaban un sendero estrecho y resbaladizo. Los nervios de los pilotos y el suspenso entre los espectadores hicieron de esta sección uno de los momentos más emocionantes de toda la ruta. Algunos vehículos resbalaban, y otros enfrentaban la prueba con gran habilidad, demostrando que la confianza y el control del acelerador eran la clave para superar este obstáculo. Pendientes y Ríos de Grava: De miedo El camino también incluyó largas pendientes ascendentes y descendentes que cruzaban ríos de grava y rocas molidas. Estos terrenos, resultado de antiguas minas en la región, presentaban un desafío adicional. Aquí, cada conductor tuvo que ajustar la presión del acelerador, y las transmisiones manuales como las del Jeep TJ y el Suzuki Jimny ofrecieron un reto mayor, pues requerían una precisión extrema para mantener la tracción sin perder el control. Este tramo de la ruta fue especialmente complicado para aquellos menos acostumbrados al manejo en terrenos de grava suelta, donde la velocidad constante y el control preciso del acelerador eran indispensables. Un paso en falso podía llevar a una pérdida de tracción, y en un terreno con desniveles tan pronunciados, esto podía poner a los conductores en situaciones complicadas. Halloween y Tradiciones: Celebración y Diversión Además de la aventura, la “Calavera Jeepera” estuvo impregnada del espíritu de octubre y de la celebración de Halloween. Los vehículos se adornaron con temas de calaveras, esqueletos y luces decorativas que daban a la caravana una apariencia única. Los conductores y pasajeros también participaron en la festividad, con algunos luciendo disfraces que hicieron reír y sorprender a todos. Los niños de la caravana se sumaron a la celebración, y entre juegos y risas, pudieron pedir la tradicional “calaverita” en cada parada. La comunidad off-road se unió así no solo en la aventura, sino también en una atmósfera de celebración y tradición que incluyó decoraciones y fotos temáticas con los vehículos. Convivencia Gastronómica: Al más allá de la concha de vainilla La aventura en Aguascalientes incluyó un momento de pausa para disfrutar de una convivencia gastronómica. La comunidad 4×4 compartió platillos típicos de la región, como el chicharrón de “La Ramos” y el volteado de piña, llenando las mesas con aromas y sabores que evocaban la tradición mexicana. Para honrar el mes de octubre, también se llevaron conchas con forma de calabaza y decoraciones de Halloween. La mesa fue un espacio de camaradería donde todos, desde los pilotos más experimentados hasta los novatos, compartieron historias de ruta y consejos sobre las mejores técnicas para sortear obstáculos. En este ambiente de camaradería, la comida se convirtió en un elemento fundamental para cerrar una jornada de esfuerzo y emoción. La Ruta Nocturna: “A esta hora salen duendes” Al caer la noche, la caravana aún tenía un largo camino por recorrer. La atmósfera cambió drásticamente cuando el paisaje se oscureció, y los escalones de hasta un metro de altura requerían el uso de la